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viernes, 23 de mayo de 2014

QUÉ CHISTOSO

QUÉ CHISTOSO

Qué chistoso dirías tú, pero ya no duele como hace unas semanas, ya no tiembla mi estómago, aunque aún me sigues provocando una sonrisa.
Qué chistoso dirías tu, pero tu ardor ya no se siente como sal sobre carne viva.
Hoy me di cuenta que te fuiste por completo de mi vida. Aunque al ver tu figura aún aquí, el deseo infinito por abrazarte  llegó al alma mía.
Sin embargo me doy cuenta de que sigo viva, que tu aliento no mata, que tu ausencia ya no me vibra. Y vienes hoy ante mí a darme alas y a burlarte.
Qué tristeza saber que no me amaste como yo creí y que dulce es saber que aún estoy presente en ti. Y vienes hoy intentando a que caiga como siempre caí.
Qué ingrato amor mío, a ti que quise darte todo de mí; y seguiré fuerte y firme como siempre me viste y más fuerte cada día. Por si acaso no te has enterado, gracias a que apareciste en mi vida, gracias a que destruiste mi vida para volver a construirla, estoy así.
Mas no te odio ni te desprecio como tú lo haces mi cielo; me aferraste a un sueño finito de tenerte entre mis brazos ángel mío. A pesar de lo odioso que hay en ti, a pesar del ser que llevas dentro, un ser detestable, tal vez en eso te has convertido pero ya no hay nada más.
Qué chistoso diría yo; ahora soy yo quien lleva una sonrisa y simplemente la provocas ahora tú…Para mí.

NO ESTÁS DEPRIMIDO, ESTÁS DE DISTRAÍDO.

NO ESTÁS DEPRIMIDO, ESTÁS DE DISTRAÍDO.


No estás deprimido, estás distraído. Distraído de la vida que te prueba día con día, distraído de la vida que te rodea, de los delfines, bosques, mares, montañas o ríos que te rodean. No caigas en lo que cayó tu hermano, que sufre por un ser humano, cuando en el mundo hay más 7,000 millones de seres.
Además, no es tan malo vivir solo. Yo lo paso bien, decidiendo a cada instante lo que quiero hacer y gracias a la soledad es que me conozco…… es algo fundamental para vivir. Tampoco caigas en lo que cayó tu padre, que se siente viejo porque tiene 70 años, olvidando que Moisés dirigía el éxodo a los 80 y Rubinstein interpretaba como nadie a  Chopin a los 90. No estás deprimido, estás distraído. Por eso crees que perdiste algo, lo que es imposible, porque todo te fue dado. No hiciste nada de ti, ni un solo pelo de tu cabeza, por lo tanto no puedes ser dueño de nada. Además, la vida no te quita cosas: te libera de cosas… te aliviana para que vueles más alto, para que alcances la plenitud. De la cuna a la tumba es una escuela; por eso, lo que llamas problemas, son lecciones.
No perdiste tampoco a nadie: el que murió, simplemente se nos adelantó, porque para allá vamos todos. Además, lo mejor de él, el amor, sigue en tu corazón.
¿Quién podría decir que Jesús está muerto? No hay muerte… hay mudanza. Y del otro lado te espera gente maravillosa: Gandhi, Michelangelo, Whitman, San Agustín, la Madre Teresa, tu abuela o mi madre, que creía que la pobreza está más cerca del amor, porque el dinero nos distrae con demasiadas cosas y nos aleja, porque nos hace desconfiados. Haz sólo lo que amas y serás feliz, y el que hace lo que ama, está benditamente condenado al éxito que llegará cuando deba llegar, porque lo que debe ser será y llegará naturalmente. No hagas nada por obligación ni por compromiso sino por amor. Recuerda lo que dijo Jesús: “Amarás al prójimo como a ti mismo”. Por eso reconcíliate contigo mismo, ponte frente al espejo y piensa que esa criatura que estás viendo es obra maestra de Dios; decide ahora mismo ser feliz, porque la felicidad es una adquisición. Además la felicidad no es un derecho, sino un debe, porque si no eres feliz, estás amargando a todo el barrio. Un solo hombre que no tuvo ni talento, ni valor para vivir, mandó matar a seis millones de personas. A eso se le ha llamado holocausto. Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto que sufrir es una verdadera pérdida de tiempo. Tenemos para gozar la nieve del invierno y las flores de la primavera, el chocolate de la abuela, la baguette francesa, los tacos mexicanos, el vino chileno, los mares y los ríos, el fútbol de los brasileños, Las Mil y Una Noches, la Divina Comedia, el Quijote, la Guerra de las Galaxias o los boleros de Manzanero y las poesías de Whitman; también tenemos la música de Mozart, Chopin, Beethoven; y también las grandes pinturas de Rembrandt, Velázquez, Picasso y Tamayo, entre tantas maravillas. Y si tienes cáncer o SIDA, pueden pasar dos cosas y las dos son buenas: si te gana la enfermedad, te libera del cuerpo que es tan molesto; tener hambre, frío, sueño, ganas, razón, dudas… pero si tú le ganas a la enfermedad, serás más humilde, más agradecido, por lo tanto más fácilmente feliz, libre del tremendo peso de la culpa, de la responsabilidad y la vanidad, dispuesto a vivir cada instante profundamente, como debe ser. No estás deprimido, estás desocupado. Ayuda al niño que te necesita, ese niño será socio de tu hijo cuando crezca, o será tal vez su asesino. Ayuda a los viejos y los jóvenes que te ayudarán cuando tú lo seas. Además, el servicio es una felicidad segura, es como gozar la naturaleza y cuidarla para el que vendrá. Da sin medida y te darán de igual forma. Ama hasta convertirte en lo amado y más aún, hasta convertirte en el mismísimo Amor. Que no te confundan unos pocos homicidas y suicidas. El bien es mayoría, pero no se nota porque es silencioso. Una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruya, hay millones de caricias que alimentaran para siempre la vida. Recuerda que lo que tendrá que ser, sucederá…naturalmente.

ACÉPTAME

ACÉPTAME


Acéptame tal cual soy, con mis aciertos y mis miserias. Con estas ganas locas de vivir, como a veces de morir a ratos.
Acéptame tal cual soy con esta risa desenfadada que me asalta, o con este mar de lágrimas que me ahoga; así tan loca, tan cuerda, tan yo… tan singular.
Abre tus brazo y sostenme fuerte  para que sepa que me admites así como soy, tan cálida como una tarde primaveral y otras veces tan fría como una noche de invierno. Recíbeme como me ves… Ángel o no, según la ocasión, fuerte, explosiva o sumisa y débil, así tan tuya tan de nadie, tan yo que ninguna persona se me asemeja.
Tan única y veraz, tan absolutamente yo, comprometida con lo que quiero y amo, o libre como una gacela en sus pensamientos, y tan presa como un animal en cautiverio con mis sentimientos.
Acéptame como soy, como es esta mujer que carga con un mundo de ilusiones y frustraciones, con sueños inacabados o con un amor intenso para dar sin límites, ni condiciones.
Acéptame tal cual soy, y ya verás… Y si no me aceptas con mis blancos y negros, sin grises ni términos medios, deja caer tus brazos, y déjame simplemente…Pasar.

martes, 17 de enero de 2012

hola

Este blog se me ocurrió hace pocos días después de terminar un libro que me hizo reflexionar sobre a pesar de mi corta vida nunca nos damos la oportunidad de perdonar, aprender a dejar el amor adolescente, a ser felices:
pues nos damos por vencidos antes la posibilidad de fracasar.
 En este bloc me apoyare de varios libros pero el que me inspiro para el blog es::

LA ULTIMA OPORTUNIDAD  DE Carlos Cuautémoc Sanchez